jueves, junio 29, 2006

Tránsito

Siempre escribo poemas en el colectivo,
poesía de asiento, de cuero gastado,
manijas y tornillos.
Versos que patinan, frenan,
palabras de bondi y de lunas.

Suben, pasajeros, y yo los mudo en poemas.
Ruidos de ciudad transitan por ellos,
baches de ojos cansados y labios dormidos.
Y se filtran por los versos automotores en la siesta,
o se rebelan al cansancio y, con la tierra, tiembla.

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