Patitas, uñitas, pelitos, orejas.
Uñitas, bigotes, cocina, orejas.
Medias, medias, MEDIAS!
Dormir, uñitas.
Comer, orejas.
Balcón, hora de la siesta.
Balcón.
Cortinas, uñitas, pelitos.
Siesta.
Mas siesta.
Pelota, comer, que comen? Que miran?
Pelitos, uñitas, pelitos, orejas.
Dormir.
Orejas.
Como en todo desván, las cosas se amontonan, se llenan de polvo, y se transforman lentamente en pequeños tesoros, joyas en miniatura de nuestra historia. Las pequeñas anécdotas del mobiliario toman formas grotescas, sombras chinas que, con manos de 100 dedos no llegamos a delinear por completo. En mi desván no hay arañas, ni corazones rotos ni tristezas de sucidas: hay ironía y muchas ganas de festejar la vida, aunque no sea más que una manifestación admirable y modesta de lo absurdo...
martes, enero 17, 2012
Patitas
lunes, enero 09, 2012
Calor
Se derriten mis muslos en el calor del verano, Enero empezó con furia ardiente, y un huracán cálido de tierra y sequía abre sus alas sobre la ciudad.
Esparce cenizas de botellas vacías, mensajes ocultos, biografías inéditas. Las alas del calor borran, incandescentes, cualquier recuerdo que no haya sido escrito a fuerza de palabra.
Los insectos cansados, las hojas marchitas, las cortinas que se vuelven fantasmas, derritiendo las sombras.
En mi balcón el calor es un buitre naranja, como las huellas del sol en los ojos que miran....
Se levantan las hojas, las avispas emprenden el regreso. Las flores marchitas suspiran al pasar el viento, y le roban al verano su último rocío.
En mi balcón el viento le quita seriedad al asunto...
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