Compañera de rutinas y amaneceres,
qué decir que no sepan tus oídos testigos,
qué pensar que no hayan tus ojos previsto.
Compañera de aquellos cansados andares,
lugares inciertos que se vuelven caminos
de ida y de vuelta con el mismo sentido.
Cuántas escaleras han oído tu risa,
y la sutil carcajada de un cómplice guiño,
y mi cruzar, de tu mano, a un paso el abismo.
Como en todo desván, las cosas se amontonan, se llenan de polvo, y se transforman lentamente en pequeños tesoros, joyas en miniatura de nuestra historia. Las pequeñas anécdotas del mobiliario toman formas grotescas, sombras chinas que, con manos de 100 dedos no llegamos a delinear por completo. En mi desván no hay arañas, ni corazones rotos ni tristezas de sucidas: hay ironía y muchas ganas de festejar la vida, aunque no sea más que una manifestación admirable y modesta de lo absurdo...
viernes, junio 17, 2011
Tierra
De color avellana tus manos y tus raíces,
compartimos infancia, risas y sal.
De color avellana los ojos que han reído,
llorado, y que han sabido mirar.
De color avellana es el lazo que nos une,
color de la tierra virgen y tormentoso mar,
porque has sido siempre tierra y cometa,
has contado mis sueños, y los has hecho volar.
Sabes que cuando debas alzar el vuelo,
dormir en la luna y cambiar de canal,
un placer será compartir mis locuras,
también de avellana, color de pan.
compartimos infancia, risas y sal.
De color avellana los ojos que han reído,
llorado, y que han sabido mirar.
De color avellana es el lazo que nos une,
color de la tierra virgen y tormentoso mar,
porque has sido siempre tierra y cometa,
has contado mis sueños, y los has hecho volar.
Sabes que cuando debas alzar el vuelo,
dormir en la luna y cambiar de canal,
un placer será compartir mis locuras,
también de avellana, color de pan.
Para la amiga que me pedía versos
Como el aire salado, como las gaviotas,
como el color de tu nombre, como el mar.
Azul de aire, azul cantante,
de latido equivocado,
de corazón ardiente, y arrebatado, sin amar.
Feliz, porque no hay cadenas, no hay jaulas.
Volar sobre el aire, bucear en los sentidos,
dibujar con grafito azul
la pared de tu cuarto.
Nada más.
Feliz, como jarra vacía, como final no escrito,
feliz como lo que tiene aún que ser,
joven como el futuro mismo.
Feliz, me recuerdas mi propia felicidad.
como el color de tu nombre, como el mar.
Azul de aire, azul cantante,
de latido equivocado,
de corazón ardiente, y arrebatado, sin amar.
Feliz, porque no hay cadenas, no hay jaulas.
Volar sobre el aire, bucear en los sentidos,
dibujar con grafito azul
la pared de tu cuarto.
Nada más.
Feliz, como jarra vacía, como final no escrito,
feliz como lo que tiene aún que ser,
joven como el futuro mismo.
Feliz, me recuerdas mi propia felicidad.
Fragilidad
Quiero que me conquistes suavemente,
que me habites como tierra vírgen,
poblada sólo de esperanzas.
Que no sientas ganado el terreno
hasta que plantes en mí
todos los árboles de tu siembra.
Quiero que me tomes sutil, fugazmente,
que me susurres al oído,
que rozes mis pechos,
que sienta tu presencia entre las sombras.
Pero no me toques,
quiero sentirme tan, pero tan frágil,
como el aire,
como una burbuja,
que con tan sólo un beso
puedas romperme.
que me habites como tierra vírgen,
poblada sólo de esperanzas.
Que no sientas ganado el terreno
hasta que plantes en mí
todos los árboles de tu siembra.
Quiero que me tomes sutil, fugazmente,
que me susurres al oído,
que rozes mis pechos,
que sienta tu presencia entre las sombras.
Pero no me toques,
quiero sentirme tan, pero tan frágil,
como el aire,
como una burbuja,
que con tan sólo un beso
puedas romperme.
Regreso
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