jueves, octubre 12, 2006

Tejido

Me cansé de escribir. Un día voy a tejer esta ciudad inmensa, y, punto x punto, iré anudando edificios y galerías... rascacielos y bandadas de gorriones... y tal vez algún gato de la recoleta que no pueda dormir nunca, abiertos los ojos como dos agujas.
Primero pensé con lana blanca, como las fachadas, con esa pintura de cal que ciega los desaguaderos.
O tal vez lana verde, gris, del pasto húmedo por las lluvias ácidas, por el riachuelo, por las lágrimas de tantos novios abandonados. No sé, me gustó más la blanca.
¿Cómo se pide lana del color de la ciudad? Qué complicado. Tal vez termine siendo un rejunte de colores distintos, hilos distintos, puntos diferentes.... Tal vez tenga que tejer un retazo en cada plaza, en cada puerto, encaramada a los millones de rostros que miran desde las puertas, desde la ventana 183 de cada torre espejada en el microcentro.
...
Uh, que trabajo más duro, mejor lo escribo.
Y de paso asesino con palabras al rey de Micenas.

No hay comentarios.: